domingo, 11 de mayo de 2014

Capítulo 21 (Capitulo Final)

Capítulo 21 (Capitulo Final)

Cuando Victoria sale elegantemente vestida con un traje largo color azul turquesa con un escote pronunciado en la espalda y algo sugestivo al frente.  Marcos se quedó perplejo y asombrado ante la belleza de su mujer.  Victoria al ver que Marcos apenas parpadeaba, se sonríe al saber el efecto que causó en él.

V: Mi amor, y ¿Cómo me veo?
M: Victoria, mi amor, te ves más hermosa que de costumbre, tu belleza me parece imposible compararla porque para cuando te crearon tus padres rompieron el molde, eres única.  No sé qué voy a hacer cuando todos los hombres te miren, me van a dar celos.  Te quiero todita para mí.
V: Mi amor, yo soy toda tuya.  Y si me vestí así, al único hombre que quiero impresionar es a ti, mi hombre ideal.  Te amo, además si de celos hablamos, voy a tener que lidiar con las mujeres que te van a querer comer con la mirada. 
M: Victoria, con solo que estés a mi lado y marques tu terreno va ser suficiente para que las mantengas a raya.  Además solo tengo ojos para ti. 

Marcos se percata que Victoria sostenía en sus manos además de su cartera, una cajita envuelta en papel de regalo.

M: Mi amor, y ese regalito que sostiene en las manos ¿Para quién es?
V: Marcos, este regalito es para ti, porque para mí eres el mejor novelista del año.  Me siento la mujer más orgullosa del planeta.  Y la felicidad que siento en mi corazón es tan grande, que aunque quería dártelo después de las premiaciones, la verdad que estoy ansiosa y quiero que veas lo que hay adentro (entregándole el regalito).

Marcos al recibir ve que el tema del papel de regalo era de pequeños biberones y mamaderas de bebes y con suspicacia abre la cajita y ven en ella una prueba de embarazo utilizada y con dos rayitas azules en el resultado.  Marcos dirige su mirada hacia Victoria que la recibe con una amplia sonrisa.

V: Mi amor, vamos a ser papás.
M: ¿Cómo? (le dice asombrado y con una lágrima asomándose y corriendo a través de su rostro). 
V: Marcos, estoy embarazada.
M: Mi amor, Te amo, te amor con el alma, Victoria, me haces el hombre más feliz del universo.  Mi corazón está a mil por hora.

Marcos levanta a Victoria dándole una vuelta para luego besarla profundamente.

M: Victoria, ¿cuándo te enteraste?
V: Esta mañana, hace varios días he sentido algo de nauseas hacia varios alimentos, he han dado ganas de comer helado de frutillas, cuando mi preferido es el de chocolate.  Cuando ayer se lo comenté a Estela, ella misma, me trajo un test de embarazo para que me lo hiciera y no fue hasta hoy que me lo hice, aún no le he dicho el resultado, quería que fueras el primero.
M: Si no nos tuviéramos que asistir a la premiación te llevaría ahora mismo al Fin de Mundo.
V: No te preocupes que cuando lleguemos celebramos por partida doble.
M: Victoria, no me importa si gano o no el premio, tengo a mi lado los dos trofeos que más quiero a mi lado (poniéndole la mano sobre la panza) a ti, el amor de mi vida, y a nuestra hija, fruto de nuestro amor.
V: Mi amor aún no podemos saber el sexo del bebé.
M: Estoy seguro que es una niña, recuerda cuando te conté sobre el sueño que tuve donde te veía con una niña rubita sobre tus piernas con tu sonrisa, y que sonrisa (dándole un beso).
V: Bueno, bueno (parando un poco el beso), vamos que llegamos tarde.
M: si vamos.

Ellos se fueron directo al Centro de Convenciones de Buenos Aires, donde tendría lugar la entrega de premios.  Marcos finalmente obtuvo el premio de Escritor del Año.  Luego de la actividad, fueron invitados a una actividad post premiación, que muy gentilmente Marcos agradeció la invitación aunque declinó, excusándose debido tenía otro compromiso.

Una vez Marcos y Victoria iban de camino, Victoria se percata que Marcos se desvía hacia otro lugar.

V: Mi amor, ¿a dónde vamos?
M: Es una sorpresa, nos vamos de fin de semana a un lugar espectacular.
V: Me encanta tu sorpresa.  Marcos pero no vinimos preparados. 
M: No te preocupes, mi amor, Estela me ayudó y te preparó una maleta con algunas de tus pertenencias personales, aunque te aseguro que mucho no las vas a necesitar. 
V: Marcos!!!
M: Que, Victoria me muero por hacerte el amor cada instante de nuestras vidas.
V: Sabes, me encanta tu idea.

Marcos condujo hasta una de las zonas turísticas de la costa de Argentina, donde cada una de las villas que componen la exclusiva zona tiene una excepcional vista al mar.  La arquitectura de cada villa le brindaba total privacidad y disfrute a cada uno de los huéspedes que se hospedaban.

Cuando Marcos y Victoria entran por el acceso controlado hacia las villas, el guardia le da las indicaciones de cómo llegar a su villa.  Una vez Marcos estaciona su vehículo, Victoria puede apreciar con detenimiento la maravillosa y lujosa villa que les acogerá por todos el fin de semana. 

La villa, moderna por demás, estaba totalmente equipada para brindar a sus huéspedes, durante el tiempo que se hospedaran, las mejores vacaciones.

Para sorpresa de Victoria, Marcos había preparado un camino de rosas rojas desde la puerta principal hacia el dormitorio principal adornado con velas aromáticas.

V: Marcos, mi amor, este lugar es hermosísimo y romántico por demás, es un paraíso soñado.
M: Todo para ti y nuestra princesita (poniendo una mano sobre la panza de Victoria), lo mejor, te amo, las amo.  Si no fuera por ti, no habría ganado el premio, tú has sido mi motor inspirador desde que te conocí.
V: Nunca dejas de sorprenderme, te amo. 
M: Y yo más

Marcos agarró por la cintura a Victoria acercándola y Victoria le acarició lentamente la mandíbula, pensando en lo delicioso que resultaba tocarlo y comenzó un camino de besos desde el lóbulo de la oreja hacia su cuello.  Victoria comenzó a quitarle el lazo y a desabrocharle cada botón de su camisa).

V: Marcos, hazme el amor.

Victoria se sintió completamente segura en sus brazos mientras los labios de Marcos la buscaban con un hambre que ya no tenía que ocultar.  Victoria se estremeció de todas las sensaciones que la bombardeaban.  Marcos elevaba a Victoria a lugares insospechados, un nivel más allá de lo esperado, serán por el ser que crecía en ella.  Pero también era el calor de su cuerpo, la caricia de sus manos sobre su cuerpo ya desnudo y sus apasionados besos los responsables de ese sentimiento.  Ambos se dejaban llevar por la fuerza y fluidez de las emociones del gran amor que se tenían. 

Ya en el cuarto Victoria le acarició los hombros, palpó los músculos de pecho mientras Marcos se ponía sobre ella y se erguía para verla a sus ojos para darle una sexy sonrisa que la enamoraba.

M: te amo, con todo mi ser.  Me realizas como hombre, porque el ser amado por una mujer como tú, me siento en las nubes.
V: Marcos, mi hombre ideal, te amo y cada vez que me sonríes mi alma explota. 

Victoria jadeó al sentir la mano de Marcos entre sus piernas, acariciándola lentamente.  De pronto lo deseaba con urgencia, sin timidez alguna, sin más demora.  Imperiosamente, alzó las caderas al encuentro de él.

M: Victoria… (las palabras de Marcos se perdieron en sus besos.  Victoria no quería palabras, sino acciones.  Todo resultaba vago e impreciso comparado con la fuerza y el calor que emanaba de sus cuerpos y el ansia por tenerlo dentro.  Con impaciencia, le tomó por la cintura para llevarlo hacia ella.  Una sensación deliciosa de excitación se apoderó de ella al sentir que entraba suavemente en su interior, llenándola.

El deseo frenético ocupó el lugar de todas las sensaciones, obligándola a seguir su ritmo cada vez más rápido, cuyo eco se repetía en todo su cuerpo.  Victoria intentó moverse con lentitud y retrasar su respuesta, pues quería disfrutarlo...

Pero su cuerpo se estremeció en oleadas de placer mientras su mente entraba en un mundo donde no existía lógica ni sentido común.

Poco a poco fue recuperando la conciencia tras la descarga de placer cuando sintió que Marcos se quedaba rígido entre sus brazos y luego caía sobre ella con un gemido ahogado.

Victoria lo abrazó, apoyando la cara en su hombro sudoroso, demasiado cansada para moverse.  Se sentía como si no fuera a moverse nunca más.  Qué raro, se dijo mientras Marcos se echaba a un lado y la arrastraba con él para abrazarla.  Victoria se gira para ver directamente a los ojos a Marcos.

M: Mi amor, te amo con locura, hacer el amor contigo es el momento más sublime de mi vida y saber que hemos creado esta princesita que crece en ti me llena de una inmensa felicidad. 
V: Mi amor, tú para mí eres un ser especial y estoy segura de que serás un gran papá. 

Marcos se levanta y extrae del bolsillo de sus pantalones una cajita de terciopelo color negro.  Se arrodilla sobre la cama frente a Victoria.

M: Mi amor, yo había querido el encargado de las sorpresas esta noche, pero tu ganaste por mucho y me diste la mejor de las noticias, que vamos a ser papas.  Pero yo quiero que nuestra relación se consolide y es por eso que (abre la cajita) ¿Victoria Fernández, quieres acompañarme para siempre junto a todos nuestros hijos y casarse con su hombre ideal?

Victoria no emitía palabra alguna, solo sollozaba y apenas podía contestar.  Hasta que por fin, se tranquiliza un poco.

V: Marcos, claro, si, si, te amo, quiero formar contigo una gran familia. (Victoria lo abraza y lo besa intensamente)

Marcos saca el anillo de la cajita y se lo coloca en el dedo anular a Victoria y la vuelve a besar demostrándole todo el amor que siente por ella.

Habían pasado diez años del nacimiento de Elisa Guerrero Fernández.  La jovencita era igual que Marcos la había soñado.  Tenía el pelo rubio y la sonrisa de su mamá y los ojos picaros de su padre. 

La experiencia como mamá le indica a Victoria que ya había llegado el momento de escribir un libro.  A ella le gustaba el trabajo investigativo por lo que decide escribir sobre la crianza de los hijos primerizos y los temores que enfrentan los padres antes su mayor responsabilidad.  Su libro fue un éxito total por lo que las críticas la ubicaron en un lugar privilegiado entre los escritores investigativos en Argentina.

Ante el gran éxito de Victoria, Marcos siempre era su motor y apoyo en todo momento.  La impulsaba a perseguir sus sueños porque la felicidad y los éxitos de ella lo llenaban de mucho orgullo.  Marcos y Victoria se amaban cada día más que el anterior y como una vez se prometieron gozaban de tener una gran familia.  Dos años más tarde de haber nacido Elisa, tuvieron a Laura (8).  Al año siguiente la cigüeña los sorprendió por lo que Victoria estaba embarazada nuevamente pero esta vez de mellizos (Mia y Benjamín de 7).

Todos sus hijos formaban parte de su vida.  Una vida llena de amor y pasión.  Una vida que comenzó con la búsqueda de las 50 características que debe tener el hombre ideal y que poco a poco se fue reduciendo a la “El hombre ideal es aquél a quien amas”. 


FIN

viernes, 9 de mayo de 2014

Capítulo 20

Capítulo 20

Cuenta Victoria:
Ya habían pasado siete meses desde que Marcos y yo éramos pareja.  El artículo que habíamos escrito formó parte de la Edición 50th aniversario de la Revista Hombre y según la encuesta realizada entre los lectores, la característica más votada fue la número 50, nuestra preferida.

Para ambos, el convivir juntos como una pareja, había sido la mejor decisión que habían tomado en sus vidas.  Yo me había hecho cargo de la decoración de la casa, por lo que se respiraba una atmosfera de paz y armonía.  Yo le había impregnado el toque hogareño y familiar a nuestra casa.  Marcos por su parte se había hecho cargo de remodelar algunas áreas de la casa, como el patio y la sala familiar.  Por sugerencias de nuestros sobrinos, incluyendo a Matthew y a Lucas, decidimos construir una piscina en donde la familia disfrutara a plenitud y se pudiera reunir para compartir un asado. 

Si, recientemente Estela y Frank habían decidido contraer nupcias.  Ellos habían expresado que su amor fue a primera vista y no querían perder mucho tiempo por lo que decidieron casarse a los cuatro meses de haberse conocido aquella noche cuando Frank la salvó de las garras de Gerald.  Sus hijos, Matthew y Lucas se llevaban de maravilla, estudiaban en el mismo colegio y pertenecían al mismo equipo de baloncesto junto al hijo mayor de Flor, la hermana de Marcos.  Cualquier persona que los viera compartir pensaría que son hermanos, aunque ellos se proclamaban hermanos del corazón.  Estela y Frank habían decidido comprar una casa cercana a la nuestra, situación que tanto a mí como a mi amiga nos encantaba.  Marcos y Frank se habían hecho buenos amigos, por lo que compartíamos mucho.  

Durante esta semana a Marcos le llegó la notificación de parte de la Academia Literaria de Argentina, que estaba nominado al Premio de Novelista del Año. Realmente Marcos se había diversificado en su escritura.  No solamente continuaba escribiendo la Saga de Acción al Atardecer, donde su protagonista, Hunter McQueen realizaba mil y una peripecias para salvar a su amada de las garras de los villanos, sino que había escrito un libro donde el tema principal era como mantener una relación entre el amor y la pasión.  Dicho libro titulado “Entre el Amor y la Pasión se mantiene una Relación” se encuentra primero en ventas y continúa entre los libros más comentados desde su presentación.  No saben cómo disfrutamos de las investigaciones literarias que realizamos para ayudar a Marcos a escribir este último libro. 

Cuenta Marcos:
Siete meses desde que Victoria me eligió como su hombre ideal y yo como el amor de mi vida.  Nuestra relación no ha tenido mayores conflictos que a quién le toca fregar los platos o que cocinamos.  Y digo cocinamos porque entre ambos realizamos las tareas del hogar, es mucho más entretenido, porque así tenemos más tiempo para nuestra relación de pareja.

Victoria aunque continuaba como escritora freelance de varias revistas, yo le insistía para que escribiera un libro junto a mí, tal y como lo habíamos hecho en el artículo “El Hombre Ideal”.  Yo estaba seguro que ella tenía vena de escritora de temas de investigación o de conciencia social, me encanta como expresa su opinión en los artículos que escribe en las revistas. 

Ella se negaba atribuyéndole que aún no le había llegado su momento y (la excusa que más me gustaba porque era en gran parte responsable) era que se sentía la mujer más feliz sobre la faz de la tierra y estaba muy orgullosa de mis triunfos. 

Wao, que tu mujer te diga eso, te eleva al infinito, te sientes como en las nubes, pero también te da un poco de temor porque te sientes responsable de que ese sentimiento se mantenga por siempre (de ahí vino la idea del nuevo libro). 

Noche de Premiación de la Academia Literaria de Argentina
Marcos estaba esperando en la sala, vestido formalmente en tuxedo negro, elegantísimo, esperando a Victoria que se estaba retocando en el cuarto cuando….


Continuara….

jueves, 8 de mayo de 2014

Capítulo 19

Capítulo 19

 Victoria se levantó feliz y radiante, su sonrisa a flor de piel.  Inmediatamente fue al baño se higienizó y se dirigió a la cocina a prepararle un buen desayuno a Marcos.  Para sorpresa de ella, Marcos tenía la alacena bien abastecida.  Hasta tenía el café favorito de ella, cuando ella sabía que él solo tomaba té.

Victoria preparó un rico y completo desayuno que incluía cereal con leche (el preferido de Marcos), frutas, jugo, café y té.

Victoria (que había depositado la bandeja con el desayuno en la mesita de noche) se acerca a Marcos y lo despierta llenándolo de muchos besos a través de su rostro.

V: Buen Día, Amor
M: Um, Um (dice adormilado), buen día (beso), mi amor, que rico es levantarse así, recibiendo miles de besos de la mujer que amo con locura (la agarra por la cintura y la atrae hacia él, acostándola a su lado, mirándose a los ojos).  Me encantas, hermosa.
V: Y a mí me encantas vos.  Mi amor preparé nuestro desayuno (le dice a Marcos, colocando la bandeja entre ellos).  Nunca pensé que tuvieras bien abastecida la alacena.
M: Mi amor, recuerda que hay un refrán que dice hombre precavido vale por dos.

Victoria y Marcos mientras desayunaban se besaban y mimaban el uno al otro.

V: Me encanta, me encantas vos (besos y mimos).
M: Vos me encantas.
V: Mi amor y ¿cómo dormiste?
M: Espléndido, aunque poquito, quiero que todas mis noches sean así.  Y vos.
V: Aunque dormimos poco (se sonroja) volvería a repetir cada segundo, cada minuto de anoche. 
M: Ah, pero me salió zarpadita.
V: Te amo con toda mi alma y no quiero volver a perderte jamás.  Marcos, prométeme que no me vas a dejar escapar nunca jamás.
M: Victoria puedes estar completamente segura que jamás te voy a dejar escapar.  Sabes porque?
V: Porque?
M: Porque sin ti la vida no es nada, eres mi musa inspiradora. 
V: Que, o sea que me utilizas? (le dijo haciéndose pasar como si estuviera molesta por el comentario de Marcos).
M: No mi amor, no te enojes, espera, déjame expresarme mejor. No, más bien déjame confesarte lo que me ocurrió.
V: Soy toda oídos.
M: Cuando te “escapaste” (haciendo el gesto de las comillas) de mí, no he podido darle un buen final al libro.  Jaime me llamó para decirme que la crítica de mi editor fue excelente y según sus palabras textuales “es el me­jor libro que he escrito al momento, y que estaba ansioso por leer el final.  Que el libro tenía las mejores escenas de sexo, me­jor argumento y mejores personajes que los anteriores.  Que está seguro de que se convertirá en otro éxito de ven­tas y que tan pronto como lo termine estará intentando vender los derechos a una pro­ductora de cine”.  Es por eso que te dije que eres mi musa, porque contigo automáticamente las palabras fluyen, además tengo a mi lado a la mujer con la que quiero seguir haciendo las investigaciones literarias por el resto de mi vida.  Además quiero seguir explorando otros campos de la literatura, aunque no abandonaré mis novelas y a mi héroe favorito. 
V: ¿cómo cuáles?
M: Literatura para niños y adolescentes.
V: Me encanta, ya tienes a los chicos para tus investigaciones.
M: Si pero también necesito chicos más pequeños. 
V: Y como piensas conseguirlos.
M: Teniendo los nuestros, Victoria que te parece si comenzamos a buscar uno o dos guerreritos.
V: Me encanta la idea.   

Continuaron toda la mañana y parte de la tarde mimándose de parte y parte cuando Victoria recibe la llamada de Estela.

E: Hola amiga, ¿dónde estás?, llevo parada con Matthews frente a la puerta de tu departamento hace más de diez minutos y no me contestas.
V: Estela, estoy en la casa de Marcos (Marcos la mira y le dice al oído, Nuestra Casa).  Bueno realmente, desde anoche tengo nuevo domicilio.
E: Me encanta, me encanta.  Espero no haber interrumpido sus investigaciones literarias de índole sexual.
V: Estela! (la retó)
E: Recuerda que aún les falta la última cualidad del Hombre Ideal del artículo de la Revista.
V: No, el artículo lo finalizamos anoche.  Ambos estuvimos de acuerdo y coincidimos que la número 50 será “El hombre ideal es aquél a quien amas”. 
E: Me alegra que le hayas hecho caso a tu corazón y por el tono de tu voz, me puedo dar cuenta que mucho no durmieron anoche.
V: Si, amiga, estoy feliz, que te puedo decir, el hombre ideal si existe, y lo tengo aquí a mi lado (mirándolo con una amplia sonrisa que iluminaba y hacía explotar el alma de Marcos).
E: Victoria, y cambiando un poco el tema, necesito tu ayuda, más bien de la de ambos.  Yo también quiero encontrar a mi hombre ideal.
V: Estela, si quieres te paso un borrador de mi artículo.
E: No, no ese tipo de ayuda.
V: Entonces.
E: Necesito que me puedas cuidar a Matthew y a Lucas (hijo de Frank) esta noche.
V: Estela, me  parece como que el Agente Frank te impresionó bastante.
E: Me encanta, cuando ustedes se fueron, estuvimos conversando sobre nuestras relaciones pasadas, de nuestros hijos, sabes ambos tienen la misma edad.  Entonces Frank me invitó al cine hoy en la noche.  Pero como su hermana tuvo que salir de viaje, yo me tomé la libertad de ofrecerte como babysitter.
V: Déjame preguntar a Marcos, sino tenemos otros compromisos.

Victoria le cuenta el favor que le pidió a Estela.  Marcos aceptó de inmediato, por lo que aprovechó la visita de los chicos y se le ocurrió una idea.

M: Magnífico, tengo que reescribir la escena final de Hunter contra los enemigos y nos hace falta otro actor, déjame llamar a Flor para que traiga a Andrew y Simón.
V: Bien, ¿Guerrero? (le pregunta a Marcos de forma juguetona)
M: ¿Dígame Fernández?
V: Y usted no tendrá que hacer alguna investigación literaria en alguna escena de Hunter y su amada.
M: Ja, Ja Por ahí venía Garay, ah, ah (sonriéndole)
V: Y qué me dice, tenemos tiempo para realizar la investigación antes de que vengan los chicos.
M: Si hay disposición, siempre hay tiempo.

E inmediatamente, Marcos abraza a Victoria por detrás para atraerla hacia él y comenzar a reescribir un nuevo capítulo en sus vidas.

Tan pronto como llegaron los chicos, se prepararon para ensayar la escena del arresto de los villanos.  Los chicos se dividieron los papeles entre los policías y villanos.  Marcos personificaba a Hunter y Victoria a Bridgette.

Continuará…




miércoles, 7 de mayo de 2014

Capítulo 18



Capítulo 18


Entonces, de improviso, Marcos bajó la cabeza y le capturó, de forma tierna, los dulces labios de Victoria con los suyos.  Poco a poco ese beso fue cambiando de tonalidad a una más pasional por lo que, tanto Marcos como Victoria reconocieron que a partir de ese momento marcaría un inicio definitivo en su relación. 

 

El contacto de la lengua de Marcos con la suya hizo estremecer de pasión a Victoria.  Ella sintió algo poderoso y sobrecogedor.  Gimió suavemente cuando él profundizó el beso.

 

Marcos le agarró las nalgas e instintivamente, Victoria se aferró a aquel poderoso y excitado cuerpo.  Cuando le rodeó el cuello con los brazos, Marcos arqueó la espalda, la levantó del suelo y la estrechó contra sí: muslo contra muslo, pecho contra pecho.

 

Por fin, cuando Marcos le soltó la boca y volvió a dejar a Victoria en el suelo, ambos respiraban entrecortado. Marcos continuó rodeándola con sus brazos y empezó a mordisquearle la garganta, el cuello y la barbilla antes de volverse a apoderar de su boca con vehemencia.

 

El la volvió a besar tierna, lenta y apasionadamente, como si dispusiera de todo el tiempo del mundo para hacerla enloquecer de pasión.  Era como una descarga que le corrió por todo el cuerpo y la hizo gemir de un placer insospechado hasta entonces.

 

Cuando él interrumpió el beso una vez más, Victoria se apoyó débilmente en su pecho pensando que, en sus veintisiete años de vida, nadie la había besado así nunca.

 

Poco a poco, Victoria recuperó la razón percatándose donde se encontraban.

 

V: Marcos (beso), mi amor, (beso) para, para, creo que no estamos en el mejor lugar para comenzar con nuestra reconciliación (le dice Victoria a Marcos aunque ella estaba completamente entregada a la pasión y al calor que emanaba de ambos cuerpos).

M: Victoria, (beso), amor, si, será mejor que paremos porque no aguanto más, y el hombre ideal sabe esperar el momento.

V: Si pero no tanto, no crees, Ja, ja, ja.

M: Vámonos ya a nuestra casa.

V: Si, vamos.

 

Marcos y Victoria se fueron a su casa, realmente ambos ya no querían perder más tiempo separados.

 

No tardaron mucho en llegar, aunque pasaron un momento por el departamento de Victoria a recoger algunas pertenencias necesarias en lo que definitivamente se mudaba a la Casa de ambos.

 

Tan pronto como entraron por la puerta de su casa, el amor y la pasión pasaron a ser los personajes principales de la noche. 

 

Sin decir nada, sin perder un segundo, Marcos le cubrió los labios con los suyos.  Profundizó el beso inmediatamente y Victoria, al instante, le rodeó el cuello con los brazos.  Marcos la estrechó contra sí, moldeando el cuerpo al de ella mientras le acariciaba la espalda.

 

Victoria gozaba de cada caricia le brindaba Marcos, contuvo la respiración al sentir la mano de Marcos deslizarse por debajo de su camisa para finalmente quitársela, le desabrochó su brassier para comenzar a masajear un pezón y chupar el otro.  Victoria gimió de placer en el momento en que su cuerpo cobró vida con esas caricias.  Recordó lo que había sentido cuando Marcos le hizo lo mismo en la cocina varias noches atrás.

 

De repente, Marcos atrapó nuevamente los labios Victoria con los suyos y, antes de que ella pudiera protestar, él le bajó el jean junto a su ropa interior para dejarla completamente desnuda.  Le acarició la garganta e, inclinándose hacia ella, bajó la cabeza.  Al momento, se apoderó de uno de sus pezones y empezó a chuparlo.

 

V: Marcos... (le dice Victoria sintiendo un inmenso placer y comenzó a quitarle la remera a Marcos).

 

Victoria cerró los ojos mientras saboreaba esos momentos con Marcos.  Gimió mientras él continuaba lamiéndole los pechos con la boca y acariciándola íntimamente con la mano.

 

M: Mi amor, quiero probar cada centímetros de tu espectacular cuerpo ahora y siempre (le dijo Marcos con la boca pegada a un seno bajando a hasta su feminidad depositando un camino de apasionados besos).

 

Victoria comprendió totalmente el significado de aquellas palabras hasta que Marcos, con suavidad, la tumbó en el sofá para quitarse a la velocidad de la luz sus jeans junto a sus boxers, quedando en igual de condiciones que Victoria.

 

La lengua de él era tan hábil como sus manos.  Sensaciones increíbles le hicieron a Victoria reafirmar la magnitud del amor que ambos sentía el uno por el otro.

 

Volvió a gritar al sentir la primera oleada de éxtasis, y continuó gritando mientras sujetaba la cabeza de Marcos contra sí y él continuaba lamiéndola mientras los temblores la hacían estremecerse.

 

Unos minutos después, cuando su cuerpo se calmó, Marcos la tomó en sus brazos, se la sentó encima y empezó a acariciarle la espalda y mirándola a los ojos le confiesa.

 

M: Victoria, te amo, mi amor por ti es tan real y en nada se puede comparar con lo que escribo en mis novelas.   Te puedo jurar que nunca pensé que una mujer me complementara en todos los sentidos y todos los aspectos de la vida. 

 

Las palabras de Marcos la enternecieron.  Pero antes de poder contestarle, Marcos acalló su respuesta con un beso.  Victoria supo en ese instante que el hombre que la sujetaba con tanta ternura también tendría siempre su corazón.

 

V: Marcos que lindo lo que me dices.  Fui una tonta al no darme de cuenta de que mi Hombre Ideal estuvo frente a mí en todo momento.

M: Pero recapacitaste.  Y eso me encanta.

 

A la mañana siguiente, Victoria abrió los ojos despacio y lo primero que vio fue a su hombre ideal durmiendo profundamente mientras recordaba la noche anterior: después de besarla, Marcos la había llevado al dormitorio, la había acostado e hicieron el amor hasta el amanecer.

 

Gimió al recordar lo que habían hecho.  Marcos había despertado en ella una increíble pasión y lo había hecho sin egoísmo, pensando en ella.  Incluso ahora, Victoria al pensar en ello el cuerpo le temblaba.

 

Lo amaba.  Y estaba completamente segura que lo amaría por siempre y más aún que sería correspondida de igual forma.

 

Continuará…